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Aquí no se ha escrito nada

Nunca pienso en los lugares donde estaré, sino en las fotos que tomaré.

Siempre me olvido de comprar un cuaderno de notas.

Es en los márgenes donde habita la furia caliente.

Cuando mi mirada se pierde en algún momento, es que estoy mirándome como quien mira una escena de una película.

Esta ciudad es tan alta, que las nubes vuelan entre sus edificios.

Mi rostro es bastante asimétrico, como mi personalidad.

La mujer blanco-burguesa estigmatizó a las hembras del planeta. Así somos menos peligrosas para el sistema.

«La paz no es el fín, la paz es el camino» dice el dicho, pero la paz sí es el fín y la psicodelia el camino!

«¿El progreso significa la muerte, don Hernández?», pregunto yo. Y él, cuando el último tren arranca, dice: «No. No significa nada».   -Tierras de Frontera

Recientemente encontré una página web llamada «El cyberpastor».

El futuro es, al menos para mí, bastante claro… nada, por más trágico, bonito, loco que sea, podría sorprenderme.  (Pensarlo me eriza la piel)

«El amor es como una paloma, llega, te caga y se va» – Del Facebook de alguien.

Creo en la construcción del saber a partir del deseo y el instinto… así sea improbable.

Esperanza? América Latina. Sin duda.

Ser mujer es un asunto tan complicado y oscuro que a veces me asusta.

El bar donde trabajo se llama Dirty Sanchez.

A la hora del sexo normalmente él se desviste, yo en cambio, me desnudo.

Para el calor: Agüita ‘e coco bien helada.

Generalmente me siento vieja, como una mujer de 80 años. Física, emocional y animalmente.

Hace poco conocí a un filósofo, uno de verdad. La filosofía tiene una larga barba blanca.

Mi piel aguanta cualquier clima.

La frase: «Si me hablás de Dios, me hablás de Maradona o de Cerati»                                                   -Walter (Argentina).

Las certezas las tengo, sólo me falta un incierto en el cual creer.

Ella usó mi cabeza como un revólver

Mil Pesos

De regreso de Italia, pasé por Madrid, pues a los latinoamericanos nos sale barato viajar por la aerolínea española, la amarilla y roja. De Madrid a Bogotá habrá unas 10 horas de vuelo más o menos, me sentaron en la fila de la ventanilla, de sólo dos asientos. Compartí esas diez horas de mi vida con un Egipcio, el primero que vi en mi vida. Un tipo raro, bien particular. Me preguntaba en un mal inglés si la comida tenía cerdo, tuve que calmarlo un par de veces durante la turbulencia, pues era su primera vez en avión.Venía a Colombia a vivir, aunque con una visa de tres meses… ustedes saben.

Había ya escuchado de Mubarak cuando estaba en Italia, por el famoso Bunga-bunga: dícese de un juego sexual cuya metodología es conocida sólo por los mandatarios de Italia y Egipto, y una que otra prostituta menor de edad. Así es, Berluca (75) y su amigo Mubarak (83) parrandeaban juntos, y el bunga-bunga es uno de los tantos escándalos sexuales del primer ministro italiano con menores de 18 años.

La verdad soy ignorante en temas de política internacional. Antes de las manifestaciones del pueblo egipcio, era poco lo que sabía del presidente que hoy cayó, derrocado por la tenacidad de un pueblo. Y era poco también lo que sabía del pueblo egipcio, además de lo que todos sabemos, es decir su pasado. Pero en estas últimas semanas me han dejado realmente con la boca abierta, y un sentimiento inmenso de solidaridad hacia dicho pueblo.

Su perseverancia es admirable, a pesar de que quisieron callarlos, se mantuvieron firmes. Algunos murieron, otros resultaron heridos. Pero ellos tenían una meta firme en la mente: salir de la opresión. La ola de dignidad se despertó en Túnez y llego hasta Egipto, llamando la atención del resto del planeta. Parece que la rebelión comenzó gracias a los jóvenes que reclaman legítimamente libertad, justicia social, y una sociedad más abierta.

Bueno, es mucho lo que uno escucha en la prensa, seguramente detrás de todo esto, como en todo, hay movimientos que se aprovechan de la situación. Y sea lo que sea que pase en Egipto de ahora en adelante, será parte de una nueva etapa del país islámico. Más allá de esto, me encanta la idea de que un pueblo logró derrocar un tirano, y más aún de que todo esto haya sido generado por la juventud.

Entonces me pregunto, qué pasa con los italianos por ejemplo? Tienen un presidente que lucha para mantenerse en el poder a toda costa, llevando a su país a la ruina, además de convertirlo en el hazmereir de la Unión Europea y del mundo. Convirtió la política en un continuo «comedy show» mientras que la educación y la cultura son los mayores perjudicados. Cuándo será que los jóvenes italianos tomarán las banderas de la dignidad y conducirán a su pueblo a una rebelión? Porqué los italianos permiten tanto ultraje?

Hay muchas explicaciones, pero ninguna escusa. Agradezco al pueblo egipcio por demostrarnos que las causas justas merecen determinación. Seguramente en estos momentos el chico egipcio que venía sentado conmigo en el vuelo Madrid-Bogotá debe estar en suelo colombiano viendo en la TV las noticias de su país. De seguro en su bolsillo carga con un insignificante billetico de mil pesos, no debe saber quién es Jorge Eliecer Gaitán, y seguramente nunca leyó lo que está consignado al respaldo.

Gracias Egipto por demostrarnos que El Pueblo es superior a sus dirigentes.