Nunca pienso en los lugares donde estaré, sino en las fotos que tomaré.
Siempre me olvido de comprar un cuaderno de notas.
Es en los márgenes donde habita la furia caliente.
Cuando mi mirada se pierde en algún momento, es que estoy mirándome como quien mira una escena de una película.
Esta ciudad es tan alta, que las nubes vuelan entre sus edificios.
Mi rostro es bastante asimétrico, como mi personalidad.
La mujer blanco-burguesa estigmatizó a las hembras del planeta. Así somos menos peligrosas para el sistema.
«La paz no es el fín, la paz es el camino» dice el dicho, pero la paz sí es el fín y la psicodelia el camino!
«¿El progreso significa la muerte, don Hernández?», pregunto yo. Y él, cuando el último tren arranca, dice: «No. No significa nada». -Tierras de Frontera
Recientemente encontré una página web llamada «El cyberpastor».
El futuro es, al menos para mí, bastante claro… nada, por más trágico, bonito, loco que sea, podría sorprenderme. (Pensarlo me eriza la piel)
«El amor es como una paloma, llega, te caga y se va» – Del Facebook de alguien.
Creo en la construcción del saber a partir del deseo y el instinto… así sea improbable.
Esperanza? América Latina. Sin duda.
Ser mujer es un asunto tan complicado y oscuro que a veces me asusta.
El bar donde trabajo se llama Dirty Sanchez.
A la hora del sexo normalmente él se desviste, yo en cambio, me desnudo.
Para el calor: Agüita ‘e coco bien helada.
Generalmente me siento vieja, como una mujer de 80 años. Física, emocional y animalmente.
Hace poco conocí a un filósofo, uno de verdad. La filosofía tiene una larga barba blanca.
Mi piel aguanta cualquier clima.
La frase: «Si me hablás de Dios, me hablás de Maradona o de Cerati» -Walter (Argentina).
Las certezas las tengo, sólo me falta un incierto en el cual creer.