Yo creía que en el combate habría intermitencias
pero lo cierto es que el combate nunca se detiene
Concentración
prohibido darle la espalda al enemigo
no perder la velocidad
prever cada movimiento, cada golpe
resistencia, tenacidad
Inevitablemente llega el cansancio
la pérdida de lucidez
la desubicación
la falta de energía
el dolor en los riñones
Confiar que el referee controle los golpes bajos
y cuente los puntos a favor
pero la justicia no es más que una ilusión
siempre se está a merced del enfrentamiento
Buscar entre asalto y asalto al entrenador para ser atendido
buscarlo con los ojos morados y el sabor a hierro en la boca
con el cuerpo malherido y la visión borrosa
esperar el momento en el que el entrenador tire la toalla
para evitar el desangre y el dolor innecesario
para ser llevado a casa y descansar
Pero allí fuera sólo existe una multitud que observa el espectáculo
no hay nadie acompañando detrás del cuadrilátero
nadie podrá evitar el nocaut definitivo
– estoy solo
Entonces perder el combate – y la conciencia – ya no importa
si eso significa el final del sufrimiento.